Del blog, Historia de Marecena (
http://maracenahistoria.blogspot.com.es/)
traemos este magnifico articulo de Emilio Morales Barbero donde se relaciona a
D. Pedro Pascassio de Baños, uno de los impulsores del Camarín de la Virgen del
Rosario, con la devoción a la Virgen del Rosario en el municipio granadino de
Maracena.
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Fachada Principal de la fabrica de embutidos Virgen del Rosario |
Durante muchos años Pedro Pascasio de Baños fue un importante propietario de tierras y fincas en Maracena pero con el paso de los siglos su figura se fue perdiendo en la memoria colectiva del pueblo hasta el punto de que tan sólo quedaba el nombre de una calle, la del Pascasio. En esta entrada abundaremos sobre este importante personaje de la sociedad granadina del setecientos, la impronta que dejó en la capital de la que fue veinticuatro y patrón de innumerables obras de estilo barroco pero, sobre todo, de su presencia en Maracena donde llegó a poseer seis tabernas, nueve casas, muchos marjales de tierra y el Ventorro de la Media Legua. Pedro Pascasio nos dejó algunos símbolos que aún hoy día perduran como el citado ventorro, hoy llamado La Cueva, el nombre de la Calle Horno, puesto que poseía uno en el principio de dicha vía y la más importante y desconocida, la devoción a la Virgen del Rosario a cuya imagen dedicó un camarín en una de las viviendas que tenía en nuestra población y que hoy es conocido como la Ermita.
Para esta entrada nos hemos servido de diversas fuentes pero las más importantes de todas son el Libro de las Respuestas Generales del Lugar de Maracena de fecha de 1752 y que está en el Archivo Histórico Municipal de Maracena y de un trabajo de la profesora Ana María Gómez Román, "Moral aristocrática, fliantropía y promoción en la figura de Pedro Pascasio de Baños", elaborado en 2004.
Pedro Pascasio de Baños Piedrola y Molina Manrique de Lara, señor del mayorazgo de la Alhambra, nació el nueve de marzo de 1690 en Santa Escolástica, en pleno Realejo granadino. Hijo de Gerónimo Agustín de Baños Mera y Cabrera y de María Teresa Belló de Molina procedía, por tanto, de una destacada familia granadina. Su padre, contador de números, había nacido en San Juan de los Reyes, en el bajo Albaicín, el año 1653 mientras que su madre lo había hecho en el Sagrario en 1652.
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Patio de la casa de Pedro Pascasio en la Calle Arandas. Fue derribada en 1940 |
Pascasio de Baños, como se le conoció en la época, ascendió notablemente dentro de la sociedad granadina, según Gómez Román debido tanto a "su talante visceral como por su propia personalidad" lo que le llevó a ocupar destacados puestos relevantes dentro de distintos organismos públicos de la ciudad. En 1724 adquiere el título de Caballero Veinticuatro de la ciudad al comprárselo a Luís Montero de Espinosa de Vargas. Entra de esta forma de lleno en la vida municipal de Granada con motivo de la llegada a la ciudad del Rey Felipe V para el que acondicionó una serie de habitaciones en La Alhambra. Precisamente, como responsable del ornato de la ciudad para la magna visita, fue el responsable de la reedificación de la Puerta de las Granadas, en la Cuesta de Gomérez, dándole mayor cabida para que se pudiera subir al Palacio Real de La Alhambra. Finalmente el primero de los Borbones acabó residiendo durante su visita en el Real Soto de Roma. Durante los subsiguientes años Pedro Pascasio fue acumulando cargos, a cual más importante. Veedor de las Fábricas de Pólvora en 1740, miembro de la Junta Mayor de Abastos y cumplimentador del Teniente General Juan de Villalba en 1748, responsable de la Policía y Ornato de Granada en 1750. En 1760 fue el Comisario de los fastos que Granada levó a cabo con motivo de la visita del rey Carlos III. En 1757 fue el organizador de la fiesta de inauguración de la Iglesia del Hospital de San Juan de Dios. También fue el encargado de la restauración del Palacio de Bibataubín siendo el responsable de las célebres columnas salomónicas que flanquean su entrada y que encargó al cantero Luís Arévalo. El propio Pedro Pascasio fue el que costeó dichos ornamentos en honor a Carlos III duya efigie preside el balcón principal de dicha estancia. Pascasio sembró Granada de obras suyas que aún perduran. Una de ellas, quizás la más conocida, fue la comuna rematada con el Triunfo de la Inmaculada que se halla a la entrada de la Abadía del Sacromonte a imagen y semejanza de la del Triunfo del centro de la capital granadina.
Pedro Pascasio vivió durante toda su vida en la calle Molinos, no muy lejos de donde nació, en una casa en cuya portada figuraba su escudo. De ahí pasó, en 1749, a un inmueble de la calle Arandas, detrás del Convento de Santa Paula y cerca de San Juan de Dios. Según Gómez Román se trata de una de las mejores casas de Granada en la época. Hoy día la casa ya no existe y en su lugar se erige un Colegio Mayor que con anterioridad había sido la sede de Bellas Artes hasta 1991. Pedro Pascasio también poseyó otros inmuebles en Granada, a destacar el Carmen de las Rejas en el Sacromonte. La casa no era muy grande pero sí disponía de un magnífico jardín que remató con una capilla en la que se ejecutó una Virgen del Rosario de Piedra. Ahora volveremos con la devoción por esta imagen por parte de nuestro protagonista.
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Parte del Catastro de Ensenada de Maracena en el que figuran las propiedades de Don Pedro Pascasio de Baños (1752) |
Pero donde Pedro Pascasio de Baños poseyó inmuebles y tierras fue en Maracena. Sin duda, su auge político y social en Granada le reportó grandes beneficios y Maracena fue el lugar elegido por él para sus inversiones. En 1752, según el Catastro del Marqués de la Ensenada, Pedro Pascasio de Baños, residente en el Imperio, poseía seis de las siete tabernas de la población, nueve casas y solares con excelente ubicación e innumerables tierras. Una casa en la Calle del Palo con corral, otra en la calle Encrucijada, la más importante la tenía en la Callejuela de Alarcón (posteriormente Calle del Pascasio y en la actualidad Calle Pablo Neruda) la cual tenía 50 metros de frente por 21 de fondo. Este inmueble, que daba también al Camino de Albolote, lindaba con terrenos de su propiedad de viñas y olivos, con otros del Conde del Arco y Guaro más otra casa de un vecino de Maracena llamado Nicolás Sánchez. La casa, muy señorial por lo descrito en el catastro, debía ser la más importante de Maracena. Constaba de torre, ocho cuartos, tres bajos y cinco en alto, dos bodegas grandes, lagar con sus viñas y corral. Su ubicación se corresponde con la parte de la fábrica de embutidos Virgen del Rosario de los Martínez Cañavate que daba a la Calle del Pascasio y que en la actualidad es un edificio en cuyos bajos hay diversos negocios, frente a la parada de taxis actual. No muy lejos de allí poseía un solar, en la Placeta de Alarcón, hoy Plaza de Castillejos, con materiales de construcción, otra casa en la calle Encrucijada con corral y que lindaba con el horno de pan, propiedad de él mismo. Justo al lado tenía otra casa, también en la zona llamada Encrucijada, pero pegada a la Iglesia que, igualmente lindaba con el Horno de pan. El ya mencionado horno de pan, que podría ser el causante de que la prolongación de la Encrucijada sea llamada Calle del Horno, también era de su propiedad. También tenía otra casa en la calle Ermita, describe el catastro que muy cerca del puente del Barranco, y que daba además al camino de Albolote. Por último, fuera de la población pero dentro del término, tenía una casa de campo ventorrillo que distaba medio cuarto de legua y que lindaba con tierras del Conde Noroña, la Casería del Conde, otras del Conde del Arco y Guaro y con el Camino Real de Jaén y término de pulianillas. Este ventorillo, conocido como de La Media Legua, disponía de cuatro cuartos y cuadra. Hoy en día es conocido como La Cueva. A esto se le suman las numerosas tierras de diversas calidades, viñas, olivos, sembrados, corrales de que disponía en Maracena, todo ello arrendado por lo que recibía una importante cantidad de dinero, lejos de las miradas de la escrupulosa y estirada alta sociedad granadina de la época. Es por esto que Maracena se convirtió de esta forma en un lugar de suma importancia para sus negocios. Igualmente en la población de Vélez Málaga poseía diversas propiedades pero en ningún lugar como en Maracena. De hecho, a su muerte, su hijo el Marqués de Baños litigó fuertemente por su herencia contra la Orden de San Juan de Dios y fueron las propiedades de Maracena, junto con la casa de la calle Arandas, las que más importaban al nuevo aristócrata que ya se había desplazado a Barcelona desvinculando para siempre la familia Baños de su Granada originaria. Finalmente el Marqués de Baños, hijo de Pedro Pascasio, mantuvo las propiedades.
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Etiqueta de los productos de los Martínez Cañavate con la imagen de la Virgen del Rosario |
Como vemos en este último párrafo Pedro Pascasio fue un importante hombre no sólo en Granada sino también en Maracena. La calle Horno es más que probable que deba su nombre a ese horno de pan de su propiedad y que por su descripción bien pudo tratarse de la casa que hoy en día es propiedad de la familia Bailón. Igualmente mantuvo la propiedad de La Cueva, entonces Ventorro de la Media Legua según documentación de la época y lo más curioso es que pudo ser el impulsor de la devoción a la Virgen de la Ermita o Virgen del Rosario en Maracena. La devoción de Pedro Pascasio por la Virgen del Rosario es más que evidente. Como ya dijimos con anterioridad al adquirir el Carmen de las Rejas dedicó una pequeña capilla a dicha imagen mariana con talla del cantero Luís Arévalo. También fue miembro de la Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario. Mandó construir el camarín de la Virgen del Rosario en la Iglesia de Santo Domingo donde testó ser enterrado con hábito de dominico y aunque finalmente no fue enterrado allí sí dejó para los actos de culto a su fallecimiento una cantidad de cien ducados anuales. Se da la curiosa coincidencia de que dos de las más importantes posesiones de Pedro Pascasio en Maracena, la casa señorial de la Callejuela de Alarcón y la de la Calle Ermita, ambas con fachada al Camino de Albolote ha tenido durante siglos una imagen de la Virgen del Rosario. La de la Callejuela de Alarcón fue conocida incluso como la Casa de la Virgen por los maraceneros ya que la edificiación posterior, la fábrica de embutidos de los Martínez Cañavate, estaba coronada por dicha imagen que además daba nombre a la Fábrica. Y la de la Calle de la Ermita, con fachada al Camino de Albolote, era la gran casa de dicha esquina en cuyo interior se ubicó la famosa ermita consagrada a dicha Virgen del Rosario. No tenemos ni un documento que indique que Pedro Pascasio fuera quien mandara construir dicha ermita dedicada a la veneración del Rosario pero todo indica que así fue.
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Interios de la ermita de Maracena
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Pedro Pascasio de Baños falleció en 1774, con 84 años de edad. A su muerte su hijo Jerónimo, Marqués de Baños, heredó toda su fortuna la cual fue vendiendo antes de su fallecimiento en 1794. La calle donde poseyó su mayor casa acabó llevando su nombre al menos 180 años en Maracena y aún hoy día los más mayores la recuerdan como Calle del Pascasio. Es nuestro deber, desde aquí, recordar el porqué de dicho nombre, el porqué de la Calle Horno y el más que probable porqué de la devoción secular de Maracena a la Virgen del Rosario y su Ermita. Todo gracias "al Pascasio".