lunes, 21 de octubre de 2013

El Relicario de las Once Mil Virgenes

Desde la entrada en Granada de los Reyes Católicos, vinieron innumerables reliquias, entre ellas de las Once Mil Virgenes, que fueron distribuidas por varias parroquias de la ciudad, para ello basta leer las gacetillas del P. Lachica Benavides.

Relicario de las Once Mil Virgenes
Camarín de la Virgen del Rosario de Granada
La Parroquia de Santa Escolástica recibió cinco cráneos, uno de Santa Gerasina, prima de Santa Ursula, y cuatro anónimos, cada cráneo se cobijó en un busto, y los cinco bustos, de principios del siglo XVII, se colocaron en un armario relicario, que a su vez se alojaba en un retablo. Con el cambio de templo de la parroquia, se trajo el retablo con su armario relicario, y estuvo en la iglesia hasta que en los años sesenta, entre la mas que dudable validez de las reliquias y que hacia falta un retablo para alojar la imagen de San Martín de Porres, canonizado en 1962, aunque la imagen, de Aurelio Lopez Azaustre pudiera ser un par de años anterior. Este hecho hace que podamos apreciar el armario relicario con todo lujo de detalles.
Pero, ¿Quiénes fueron las Once Mil Virgenes?

La Iglesia trata con gran reserva el caso de santa Úrsula y sus compañeras, martirizadas en Colonia. Ya el Martirologio Romano de 1922 suprimía algunas referencias históricas, como el tradicional número de once mil vírgenes, y las circunstancias concretas del martirio. Al respecto, puede ser útil comparar las redacciones respectivas de los elogios de 1922 y de la edición de 2001:

«En Colonia Agripina, santas Úrsula y compañeras, quienes, a causa de la religión cristiana y de la preservación de la virginidad, fueron asesinadas por los Hunos, llevando a término su vida en el martirio; muchos de sus cuerpos fueron conservados en Colonia.»(Martirologio de 1922)

«Cerca de Colonia, en Germania, conmemoración de las santas vírgenes que entregaron su vida por Cristo, en el lugar de la ciudad donde después se levantó una basílica dedicada a santa Úrsula, virgen inocente, considerada como la principal del grupo.»(Martirologio de 2001)

La versión más creíble es que Úrsula era la hija de un rey cristiano de la Gran Bretaña pedida en matrimonio por Holofernes, rey pagano. Deseando permanecer virgen obtuvo un plazo de tres años para ir a Roma, tomando a diez vírgenes como compañeras. Al volver a Colonia fueron martirizadas por los hunos. Las once vírgenes asesinadas fueron: Úrsula, Marta, Saula, Brítula, Gregoria, Saturnina, Sencía, Pinnosa, Rabacia, Saturia y Paladia. Hasta aquí la posible historia.

En un documento datado en el año 922 y encontrado en un monasterio cerca de Colonia, se hacía referencia a la historia de Santa Úrsula y sus compañeras. En el citado documento entre otras cosas se decía:
"Dei et Sanctas Mariae ac ipsarum XI m virginum"

donde "XI m virginum"

debía leerse como "undécima mártires virginum" (once mártires vírgenes)

y en su lugar leyeron "undécima millia virginum" (once mil vírgenes)

Durante siglos la confusión, llegó a convertirse en realidad, siendo aceptada como tal, y sin poner en duda ni un ápice su veracidad. A partir de este momento la leyenda de las once mil vírgenes, tomó cuerpo y la historia de Santa Úrsula se extendió como la pólvora, y se levantaron muchas iglesia en su honor y sus reliquias abundan en muchos templos. En el siglo XIII la Sorbona la adoptó como patrona.

 Apoteosis de Santa Úrsula, obra de Vittore Carpaccio (1491).
Gallerie della Accademia, Venecia (Italia
En el lugar donde se produjo según la tradición el martirio de las vírgenes, fue construida una iglesia dedicada a Santa Úrsula. En unas excavaciones realizadas en la misma, fue encontrado un cementerio, y la creció la leyenda con el movimiento de las reliquias. 


La leyenda de Santa Úrsula y sus compañeras llegó a España de la mano de Beatriz de Suabia, esposa de Fernando III el Santo, que introdujo la devoción a la santa y a las once mil vírgenes.

Sea como fuere, el 21 de Octubre la Iglesia recuerda a estas martires, que dieron su vida por Cristo, obviando todos los añadidos de los tiempos.

Señor, Dios nuestro, concedednos la gracia de celebrar las victorias de Santa Úrsula y sus compañeras, mártires, con devoción duradera, a fin de que, si no podemos rendirles todo el honor que ellas merecen, por lo menos les presentemos nuestros humildes homenajes. Por J. C. N. S.

Cantos en honor a las Once Mil Virgenes, compuestos por la mística alemana Santa Hildegarda Von Bingen, doctora de la Iglesia.